La travesía de los (casi) 1000€
Dicen que la vida está llena de momentos. Algunos los recordarás siempre. Otros los olvidarás pronto.
La ruta de esta semana tiene muchos momentos. Algunos importantes. Otros no tanto.
Para llegar a tu objetivo tienes que pasar por (casi) todos ellos.
¿Cuáles olvidarás?
- El madrugón desde Santa Marina de Valdeón seguro que sí.
- La subida hasta la Collada de Chavida también. Y eso que subes cómodamente por una senda bien jitada.
- Incluso la entretenida travesía desde la cima hasta el Refugio Jermoso se perderá.
¿Cuáles se quedarán?
- La parte final del Friero. El paso lateral que echa atrás a varias personas es algo digno de recordar.
- Al igual que las trepadas finales algo expuestas. Eso se lo contarás a tus nietos.
Lo que no deberías contar es que perdiste tu móvil. Con que me pase a mi es suficiente. Una búsqueda sin cobertura y presa del pánico no es algo agradable. Aunque el modo de encontrarlo fuera épico.
Si ya conoces los puntos importantes… ¿por qué ir al Blog?
- Porque para subir al Friero necesitas una descripción más detallada.
- Porque la travesía que te cuento allí es de las mejores de la zona.
- Y, por último, porque te mueres de ganas de saber cómo encontré mi IPhone.
Todo eso aquí
Especificaciones de la ruta
- Fecha de realización: 08/07/23
- Longitud: 14,55 km
- Desnivel: 1464 m
- Tipo de ruta: travesía
- Tiempo: 8-9 horas
- Dificultad: Super saiyan
- Niños: sí, pero deben estar MUY acostumbrados a caminar
- Perros: sí, pero cuidado con la trepada final
¿Dónde estamos?
En el Macizo Central de Picos de Europa. Concretamente en Santa Marina de Valdeón.
Se trata del pueblo más alto del Valle de Valdeón y de todo Picos.
Tiene unas vistas espectaculares tanto del Macizo Occidental como del Central, así que si estás por la zona no dudes en visitarlo.
¿De dónde salimos?
Serás el montañero de la curva. Aparca en la curva del kilómetro 14 de la carretera que une Santa Marina de Valdeón con el puerto de Pandetrave.
Tardas 5 minutos en llegar desde Santa Marina y tienes espacio en los laterales para estacionar.
Descripción del recorrido
Desde el aparcamiento surgen dos senderos. Sigue el que asciende a mano izquierda para llegar a las praderas del Bañe. Desde aquí gira de nuevo a la izquierda para conectar con la pradera del Toro.
Sigue el camino en horizontal hasta cruzar el cauce del arroyo de Piedras Negras.
Después tienes que ascender ligeramente hasta tu primer collado, el de Peranieva.
Ahora te toca esquivar escobas mientras ganas desnivel hasta alcanzar el Peñón Chico. Se trata de peñasco que te puede servir de referencia en el ascenso. Tienes que dejarlo a mano izquierda para llanear hasta la majada Cimera de Chavida.
Desde aquí asciende siguiendo hitos hasta la canal de Chavida. El primer tramo es sencillo ya que vas por zona herbosa, pero el segundo ya es una pedrera algo dura.
Sigue la senda de la derecha hasta llegar a la Collada de Chavida.
Desde la Collada hasta la cumbre extrema precauciones, ya que hay bastante piedra suelta y puedes resbalarte. Si no sabes por dónde ir regresa al último hito que viste y busca el siguiente. No es momento de inventar.
Desciende ligeramente con dirección a la izquierda para de nuevo ascender, pegado a la imponente pared del Friero, hasta alcanzar el hombro de la cara norte.
Aquí puedes dejar la mochila para que las trepadas finales sean más sencillas.
Sigue los hitos de la cara norte dando la vuelta a la montaña hasta llegar al famoso paso de la cornisa.
Se trata de un paso lateral donde tienes que pegar el abdomen a la roca y dar la espalda a la caída. No es difícil, pues es un paso largo, pero hay que estar alerta.
Tras superarlo te toca escalar a través de tres canales. De nuevo, está todo hitado.
Todas ellas tienen buenos agarres y peldaños, aunque la última es quizás la más exigente.
Una vez en la cresta pasea hasta el buzón. La gloria es tuya.
Las vistas son espectaculares: Picos de Europa en su máximo esplendor.
Desciende por dónde has subido, recoge tu mochila (si la dejaste) y desciende con ligera tendencia a la izquierda.
En pocos metros deberías de ver una senda que progresa en horizontal en la dirección que sigues.
Esta “travesía” hasta la Vega de Liordes es realmente entretenida, ya que vas siguiendo hitos sin perder de vista el Friero.
La vista es tan mágica que decidí capturarla con mi IPhone. Lo fui a coger, pero no estaba en mi bolsillo. Raro.
Miré en la mochila, pero tampoco estaba ahí. Más raro aún.
Pregunté a mi acompañante y no sabía nada. Lo único que encontramos fue un bolsillo abierto en el lateral de mi mochila.
En busca del IPhone perdido
Regresé por dónde había venido corriendo cómo si me persiguieran. Así unos 300 metros. Fijándome en absolutamente TODO.
Tal era mi desesperación que en ciertos pasos hasta echaba las manos al suelo para ascender más rápido los repechos. Quizás suena un poco exagerado, pero es que tenía todo el material de varias rutas ahí guardado.
Así hasta que… lancé la mano al lugar indicado.
A solo 30 cm de mi mano derecha estaba el Iphone. Intacto. En una cama de hierba. No tenía ni polvo.
¿Qué probabilidades había de encontrarlo? Estamos hablando de Picos de Europa. Casi todo es roca caliza. Con sus espacios muertos entre piedras. Con toda su inmensidad. Sin cobertura.
En fin, esta historia deja varios aprendizajes:
1) Si llevas algo de valor (cámara, móvil, gafas, etc.) guárdalo en un bolsillo con cremallera o ponle un cordel que te puedas enganchar en el cuello.
2) Haz copia de seguridad de todo tu contenido.
3) Cuando busques algo no te limites a usar las manos. Utiliza las cuatro extremidades.
4) La vida puede ser maravillosa.
Continuamos por donde lo dejamos
Estabas yendo a La Vega de Liordes, ¿recuerdas?
Esta pradera se encuentra rodeada de montañas y cuenta con un poste indicativo. Sigue el camino que asciende en dirección al Refugio Collado Jermoso.
Sube en zigzag hasta ganar algo de altura, para después progresar en horizontal a través de una preciosa faja desde dónde ves todo el camino recorrido.
Tras algún repecho llegarás a uno de esos momentos que comentamos al principio. Esos que guardas para la posteridad: la vista del refugio. Está en un lugar mágico, casi al borde del precipicio, rodeado de altas montañas.
Sólo te queda seguir el sendero que progresa en horizontal hasta tu destino.
¿Merece la pena?
Si vas a hacer noche al Refugio es una travesía espectacular. Subes una de las montañas más icónicas de la zona y desde tu destino tienes unas panorámicas increíbles.
Si no haces noche, puedes subir y bajar al Friero por el mismo camino. También merece la pena.
Es una ruta muy completa. Empiezas por sendas herbosas y acabas trepando en roca rodeado en todo momento de la magia de Picos.
Al ser un paisaje tan salvaje la sensación de grandiosidad al alcanzar la cima es inmensa.
Finalmente, te puede venir bien un track de apoyo por si pierdes algo. Para saber por dónde volver. Usa este:
Si eres quieres ver el famoso paso lateral o algún otro momento te dejo este vídeo:
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